LA MEMORIA EN EL TIEMPO, O EL TIEMPO EN ELLA

LA MEMORIA EN EL TIEMPO, O EL TIEMPO EN ELLA
(EB- febrero de 2009)

Mi padre tenía una memoria prodigiosa a los casi 92 años. Se acordaba de nombres, personas, calles, números, apellidos, rostros, anécdotas y construía historias con palabras creadas por él y que siempre invitaban a reír. En edad similar muchas personas en la familia mantienen esa información de acuerdo a su estructura cerebral.

Hace tres años falleció en Piura un tío abuelo materno, nada menos que a los 115 años, en pleno uso de sus facultades y como mi padre, identificaba conscientemente las cosas, personas y objetos como un adolescente.

Naturalmente me he preguntado si llegaré a manejar esa virtud, antes que el Alzheimer o la amnesia, me priven de tan bella adquisición. Y es que con la memoria no podemos jugar tan fácilmente porque la necesitamos para razonar, conceptualizar, recordar fechas y lugares, reconocer objetos y palabras, para hábitos, habilidades, destrezas, etc.

Es que la memoria es uno de los retos más importantes que debe haber tenido Dios para hacer al hombre, ya que ésta almacena en diferentes partes desde el nombre de una persona recientemente conocida, hasta los acontecimientos desde que iniciamos el día con un baño. Con el tiempo (aproximadamente a los veinte años) uno empieza a perder células cerebrales y nuestro cuerpo comienza a fabricar menos substancias químicas de las que las células cerebrales necesitan para seguir funcionando como tales. Mientras más años tenemos, estos cambios afectan más nuestra memoria. Es decir, nos es más difícil recordar la información almacenada (lo que llamo: disco duro personal)

La memoria a corto plazo y la remota no suelen ser afectadas por el envejecimiento, pero la memoria reciente sí: como por ejemplo recordar el nombre de una persona, animal o cosa escuchado hoy. La depresión, demencia, efectos secundarios de determinado medicamento, derrames, alcoholismo y una lesión en la cabeza, puede afectar y ocasionar problemas de memoria.
El problema de memoria es grave cuando afecta nuestra vida cotidiana, por ejemplo olvidar algo que hemos hecho siempre (aseo personal, rutina del trabajo, realización de una tarea como pintar, etc.)

Dicen los especialistas que no son parte normal del envejecimiento: olvidarse de las cosas con mucho más frecuencia, o de cómo hacer algo que hemos hecho de por vida, dificultad para aprender cosas nuevas, repetir frases o historias en la misma conversación, dificultad para manejar dinero o elegir opciones, o perder la idea de lo que sucede cada día.

En lo que me toca, juro que me esforzaré por aprender a manejar los lenguajes y sistemas de todos esos aparatos que me son propios (teléfonos, celular, Nextel, televisor, DVD, computadora, Internet, chat, hi5, Facebook, Sonico, Web diversas,
artefactos múltiples, registro de clase, ingreso online de evaluaciones, despacho de mail con adjunto, etc.…..y si empiezo a olvidarme de algo aplicaré algunos consejos que también permito que lo anoten en sus agendas:

Hacer listas, seguir una rutina, hacer asociaciones(conectar cosas en la mente tales como usar sitios sobresalientes que nos ayuden a encontrar lugares); llevar un calendario detallado(agenda), ponga siempre artículos importantes en el mismo lugar(llaves, monederos, dinero, etc.), Repitamos los nombres de las personas cada vez que conocemos una nueva, hacer cosas que mantengan nuestro cuerpo y nuestra mente ocupados…y si a pesar de estos consejos sigue fallando nuestra memoria…urgente…debemos hacer una cita con el médico para que nos ayude a solucionar la razón de ir perdiendo la razón y la memoria….o ha llegado el tiempo que debemos iniciar otra actividad que nos exija menos.