JESÚS VÁSQUEZ
(EB- 4 abril 2010)
Influenciados por las modas extranjeras, nuestros jóvenes saben más de los grupos rockeros, los cantantes afuerinos, del lenguaje ajeno al castellano, que de nuestros propios valores. Está en moda el sentirse no-peruano, ser gringo, manejar el lenguaje de la grabación reciente. Está de moda ser uno más en el montón del planeta y confundirse desesperadamente en enigmáticas reuniones donde el alcohol y las drogas forman parte de este ritual. Está de moda aceptar decrépitos cantantes que en plena decadencia senil vienen al Perú para levantarse los últimos dólares para engrosar su alicaída fortuna gastada en los más perniciosos rincones de vidas generalmente absurdas.
Es que salvo contadas excepciones, el Perú se ha vuelto el paraíso de los “cadáveres” musicales que incomprensiblemente se instalan en un hotel y dan un concierto para diplomáticamente no aceptar, que todo tiene su final.
La desaparición de Jesús Vásquez, marca un capítulo en la historia de la música criolla, que las instituciones culturales deben inculcar en nuestros jóvenes ausentes de la realidad musical del Perú. Mucho de afuera y poco de adentro...rescatemos nuestra identidad como peruanos, amemos lo nuestro, valoremos a nuestros artistas. Sospecho que la desaparición y exequias de estos personajes nuestros, son fecha oportuna para el lucimiento personal del presidente de la república y muchos “figuretis” que aprovechando el acontecimiento lamentable, hacen show. Y es que a los artistas no se debe rendir homenaje muertos, sino en vida.
María de Jesús Vásquez Vásquez “Reina y Señora de la Canción Criolla”, como era conocida, nació en Lima el 20 de diciembre de 1920, en un humilde callejón de lo que hoy se conoce como Jr. Huancavelica. Iniciada por su madre empezó a cantar desde niña, siendo por decisión propia su entrega al canto criollo ya a los 18 años de edad, según decía “por inspiración divina”. Su más exitoso canto “El Plebeyo”(Felipe Pinglo Alva), marcó en ella un estatus de artista nacional que defendió hasta el último día de su existencia.
La desaparición de Jesús Vásquez, marca un capítulo en la historia de la música criolla, que las instituciones culturales deben inculcar en nuestros jóvenes ausentes de la realidad musical del Perú. Mucho de afuera y poco de adentro...rescatemos nuestra identidad como peruanos, amemos lo nuestro, valoremos a nuestros artistas. Sospecho que la desaparición y exequias de estos personajes nuestros, son fecha oportuna para el lucimiento personal del presidente de la república y muchos “figuretis” que aprovechando el acontecimiento lamentable, hacen show. Y es que a los artistas no se debe rendir homenaje muertos, sino en vida.
María de Jesús Vásquez Vásquez “Reina y Señora de la Canción Criolla”, como era conocida, nació en Lima el 20 de diciembre de 1920, en un humilde callejón de lo que hoy se conoce como Jr. Huancavelica. Iniciada por su madre empezó a cantar desde niña, siendo por decisión propia su entrega al canto criollo ya a los 18 años de edad, según decía “por inspiración divina”. Su más exitoso canto “El Plebeyo”(Felipe Pinglo Alva), marcó en ella un estatus de artista nacional que defendió hasta el último día de su existencia.
Después de grabar muchísimos discos, se retiró del canto a los 87 años, habiendo compartido escenario con Pedro Infante, Celia Cruz, Pedro Vargas, Libertad Lamarque, Los Panchos y Raphael, todos personajes célebres que como ella, supieron darle el sitial que se mereció. A partir del 2007 el Alzheimer y una neumonía, fueron minando su salud, falleciendo a los 89 años de un complicado mal intestinal, el sábado 3 de abril.
Se ha creado una Asociación Cultural que llevará su nombre, fundada sin fines de lucro el 20 de diciembre del 2005, cuya función es rescatar, conservar, y dar difusión a la obra artística de la cantante. Actualmente se viene realizando también los trámites respectivos para concretar La Casa Museo Jesús Vásquez, donde se exhibirán su discografía, fotografías, filmografía, diplomas, reconocimientos, objetos personales, entre otras pertenencias. Este proyecto tiene como fin poder realizar el Museo de la Música Criolla de la Costa del Perú.
Se ha creado una Asociación Cultural que llevará su nombre, fundada sin fines de lucro el 20 de diciembre del 2005, cuya función es rescatar, conservar, y dar difusión a la obra artística de la cantante. Actualmente se viene realizando también los trámites respectivos para concretar La Casa Museo Jesús Vásquez, donde se exhibirán su discografía, fotografías, filmografía, diplomas, reconocimientos, objetos personales, entre otras pertenencias. Este proyecto tiene como fin poder realizar el Museo de la Música Criolla de la Costa del Perú.
Jesús Vásquez no sólo cantó y grabó en importantes disqueras de New York, Buenos Aires, Ecuador y otros, sino que además actuó en cine, en películas como “El Gallo de mi Galpón”, “El Guapo del Pueblo” y “Palomillas del Rimac”.
El tiempo ha sabido instalar en un país como el nuestro el misterio que encierra la pérdida de valores como Pinglo, Chabuca Granda, Jesús Vásquez, “Zambo” Cavero, Lucha Reyes, y otros que hacen la historia del criollismo…y que sea motivo de reflexión para los nuevos cantantes que deben continuar sin rodeos con esta música, que guarda los sentimientos más profundos del peruano de ayer y… de hoy.
El tiempo ha sabido instalar en un país como el nuestro el misterio que encierra la pérdida de valores como Pinglo, Chabuca Granda, Jesús Vásquez, “Zambo” Cavero, Lucha Reyes, y otros que hacen la historia del criollismo…y que sea motivo de reflexión para los nuevos cantantes que deben continuar sin rodeos con esta música, que guarda los sentimientos más profundos del peruano de ayer y… de hoy.
¿Descansa en Paz Jesús Vásquez!
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