RICKY MARTIN EN SU LABERINTO

RICKY MARTIN EN SU LABERINTO
(EB-abril 2010)

No soy fanático de este cantante joven, pero me atrevería a decir que subyuga a la juventud con sus movimientos, el ritmo y la simpatía que irradia por doquier. Lo que quisiera borrar de mi memoria es la idea equivocada que se tiene de declarar públicamente la opción sexual de cada individuo como si fuera una letra escrita y debemos repetirla como una ley sagrada.

Lo que forma parte de nuestra intimidad, debe quedar en ella, en la “propia intimidad”. No es complaciente desnudarse. Mostrarse totalmente ante un público cuya opinión es importante y el seguimiento a su artista es mayor. Confesar lo que hacemos en la alcoba con nuestra pareja de turno, lo que nos gusta o disgusta de nuestra sexualidad, sólo implica un mundo privado que debemos preservar como la victoria de ser diferentes (si así lo es), y que sirva para producir más en nuestra actividad.

Creo que Ricky Martín, hubiera ganado más manteniendo en vilo, el misterio de su intimidad. Que la faz de la tierra lo recuerde por su talento y no por su opción. Que su entrega al público sea completa independientemente de la versión sexual que disfruta. Salvo que como se ha dicho, haya sido obligado a hablar a los medios para evitar un asecho psicológico y chantaje de determinado periodista. Lo cual lo disculpa, pero no lo aplaude…lo que es íntimo…debe continuar en la intimidad.