DÍA DE LA MADRE 2011

DÍA DE LA MADRE 2011

(EB-8 de mayo de 2011)

Dice una canción por allí “Todos tienen una madre, ninguna como la mía…” y es una gran verdad. Todos pensamos y creemos que la nuestra es la mejor madre. Y llevándome por la letra de esta añeja canción, diré que efectivamente “ninguna como la mía”….Fue la mejor que pudo obsequiarme el cielo para disfrutarla aún cuando ya no está con nosotros. Sólo recordarla es dinamizar mi mente y mi espíritu para superar los avatares que se presentan en la vida. Sólo imaginarla hoy, es revestirme de su amor infinito dedicado a todos sus hijos y las personas que la conocieron. Permanecer de pie, es volver a sonreírle para agradecer habernos librado de las dificultades inevitables en un niño y un adolescente en formación. Verla trabajar en el hogar es darnos lecciones de ternura, de alma y corazón exquisitos.

Gustaba de la limpieza en casa y en nuestro cuerpo. Sus maneras eran sencillas, humildes, silenciosas, ajena a la vanidad, el egoísmo y la soberbia. Desplazó todo registro malo para hacernos estudiosos, formales, sanos, emprendedores, caminantes en un mundo que entonces empezaba a cambiar. Nos trasmitió con sus manos y su sazón la herencia de esa rica tierra norteña piurana, donde había nacido. Era hecha a la medida de mi padre, polos opuestos en genio, pero caras de la misma moneda en el amor y entrega a sus hijos…después llegaron sus nietos.

Mi madre, prodigaba amor sin esperar nada a cambio. Las personas no tenían etiqueta, sino un cuerpo para alimentar y un alma para valorar. Ya mayor instalada en su sofá de la sala o en la silla del comedor, conversábamos mucho y la hacía reír (para no llorar yo), viendo que el tiempo nos la arrebataba. No fue necesario esperar su partida a los 88 años para expresarle junto a todos sus hijos, nuestro desmedido amor por ella.

La recuerdo en un viaje a Harrisburg (Pennsylvania) para ver a mi familia (esposa e hija) y cómo disfrutaba de los cambios de vuelo, caminando por las avenidas de New York haciendo compras en la “Gran manzana”, o conversando largas horas en New Jersey con amigos. Gozosa creación de Dios, mantenía sus principios religiosos, su doctrina de mirar a todos por igual, incapaz de levantar la voz o torturar a alguien con sus expresiones. Negoció con la divinidad para lograrnos fuertes ante la vida, pensantes, y respetuosos de los humildes. Se declaró sin saberlo, un modelo de virtudes que aún muchos admiran. Después de su partida (19.nov.2002) mi mundo se volvió una callejuela, pero su amor y su recuerdo evitaron desmoronarme para mistificarme en su recuerdo.

Hoy quiero rendir homenaje en la figura de ella, a todas las madres cercanas y lejanas a mí, las que son extraordinarias cada mañana preparando a sus hijos para el estudio, a las que enseñan a razonar con la ternura de su amor infinito, a las que salen de madrugada a buscar el sustento para ellos, las que lloran en silencio para implorar al cielo su preocupación constante…a la madre campesina, a la empresaria, la ejecutiva, la maestra, la enfermera, y a las que siendo aún niñas aprenden a ser madre por cosas de la vida.

¡Feliz día de la Madre!