RACISMO EN EL PERÚ

RACISMO EN EL PERÚ

Los de afuera y los de adentro

(EB-abril 12 de 2011)

Habría que empezar por preguntarnos… ¿quiénes estaban dentro y eran dueños, no sólo del recortado territorio de nuestro amado Perú, sino de gran parte de América del Sur? Habría que entender simultáneamente, que los que invadieron, expropiaron y maltrataron…son los de afuera, los que llegaron tarde o temprano a cambiar las cosas no para contentar a la mayoría, sino a la minoría invasora.

Entonces podemos empezar a analizar el problema del racismo en el Perú. El único país posiblemente en el mundo donde todos nos contentamos con sentirnos ser, lo que no somos. Todos de alguna manera creemos ser blancos europeos con rasgos evolucionados gracias a la estirpe de nuestra sangre azul. Eso explicaría por qué un peruano con cuerpo, color y hablar de andino menosprecia a otro que reúne las mismas características. Y lo mismo sucede en otros tornasolados colores de piel peruana.

Así el comportamiento en los universitarios de nuestro país, varían de acuerdo al centro donde estudian. El racismo está latente cada día de la misma manera que se expresa en los actos cotidianos de los peruanos de todos los niveles. Asistir a una universidad privada, te crea una aureola de exclusividad elitista para siempre. Por lo menos, eso es lo que creen la mayoría de los peruanos que toman cursos en alguna de ellas, para titularse en una profesión determinada.. No importa la facultad, o escuela donde asistes, sólo importa la institución superior que las alberga y el nivel de gente que la frecuenta. Así me siento superior a los demás, y si además, tengo la piel más clara y mi apellido es extranjero… es ganarme la tinka (lotería en Perú).

El racismo es propio de países donde se han convulsionado y confundido los verdaderos orígenes. Donde los que llegaron(los de afuera) se apropiaron de las riquezas naturales de los de adentro. Para lograrlo, maltrataron, adoctrinaron y asesinaron a los aborígenes o naturales del territorio, con la finalidad de hacerles creer que son menos que los invasores, e inferiores al resto de la población. Al lograrlo, es decir, al hacer “sentir y creer” que “no valen”, que siempre serán inferiores por su nivel social, económico y físico encienden un resentimiento que está visualizándose en las elecciones recientes y en los cambios que desesperadamente se exigen de diferentes estratos nuestro país.

Desde la llegada de los españoles, es evidente que no hemos superado mucho del daño que fragmenta a los peruanos. El maltrato al indígena aún no se supera a pesar de los siglos transcurridos. Brotes de ese racismo económico, físico y cultural es propio de la gente sin escrúpulos, sin sentido humanista y sin razón. Lamentable, en estos días y después del 10 de abril, la cantidad de insultos racistas que leemos en los medios de comunicación de internet, nos deben hacer reaccionar por respeto a nuestra historia y a nuestros símbolos patrios. Los insultos entre peruanos, y a los candidatos, declaran abiertamente su simpatía o antipatía por razones racistas. A ellos(los candidatos) no se les perdona absolutamente nada. No tienen un punto a favor, todos son en contra. Son culpables de lo que hicieron o no hicieron, de lo que hablaron o no hablaron sus padres, hermanos, familiares o amigos cercanos. Entonces el racismo se integra a la corrupción y la bola del pecado se hace cada vez más grande. Si tienes la piel desteñida o blanquita y robas o recibes coimas, se busca la manera de disculparte (arresto domiciliario, por ejemplo).En cambio, si eres de “los otros”, serás crucificado de palabra, obra y omisión… por los siglos de los siglos.

Todavía los universitarios y los peruanos de hoy, no hemos reivindicado la figura epónima de los que no importando el color de su piel, ni su estatus económico, son hoy paradigmas de la cultura universal y peruana: César Vallejo, José María Arguedas, Ciro Alegría, Jorge Basadre, Yma Sumac, Carlos Valderrama, Arturo “Zambo”Cavero, Chabuca Granda, Sérvulo Gutiérrez, Daniel Alcides Carrión, Pedro Ruiz Gallo, Julio C. Tello y muchos más, por citar a algunos. Así guardando su memoria y lo que cada cual hizo por nuestro Perú, debemos hacer una alianza de respeto todos los peruanos en general para que la Patria se sienta honrada, homenajeada, respetada y podamos de una vez por todas olvidar la envidia, el rencor, el insulto, la soberbia y el falso orgullo cuando miramos al peruano que se encuentre frente a nuestra imagen.

Cuando logremos dar ese gran salto para unos y pequeño para otros, lograremos la interrelación entre peruanos y seremos más fuertes ante el adversario y la adversidad de la naturaleza, y más estables en nuestra economía, más hermanos ante un Perú que será maravilloso…con todas sus razas y todas sus sangres.