CONOCIENDO A NUESTROS NIÑOS

CONOCIENDO A NUESTROS NIÑOS

(EB-12 julio 2009)

La psicomotricidad de nuestros niños se desarrolla en función del placer de su propio cuerpo: acción, juego, movimiento. He allí la importante misión que cumplen en nuestros país los Wawawasi, cuando las madres por razones varias, abandonan a sus niños sin aprovechar ese tiempo para ir despertando en el no sólo su propio mundo, sino su avance personal. Es que desde pequeños hasta aproximadamente los 8 años, los niños van desarrollando pensamientos que son más abstractos. Ingresan al mundo del verbo (habla) y de la conceptualización (ideas) en un recorrido o itinerario de acuerdo al ritmo de cada cual.

El niño inicia el conocimiento de sí mismo, sabe poco a poco quién es y cuáles son sus intereses. A partir de allí empieza a construir un espacio individual. La psicomotriz operativa lo conduce a pensar en el globo a través de angustias y pérdida de conceptos. Entonces el educador entiende que transformado y formado él, puede transformar y formar a otros. Es el momento de actuar con el niño descalzo, en juegos con espuma, telas, barra de equilibrio, plano inclinado (para deslizarse), colchones de espuma, sogas, escaleras (con peso) y al final terminaran usando esos materiales para construir su propia casa.

Las experiencias pictóricas agrandan las emociones y recrean su mente y su cuerpo. Realizar también modelado en arcilla, cerámica al frío, plastilina, papier mache u otro material, enriquece mucho al niño. Lo ideal es hacer estos ejercicios de aprendizaje psicomotriz una vez por semana y durante una hora.

Luego iniciaremos otra etapa formativa y experimental, en un ambiente donde ya existen reglas: no destruir los muebles, no hacerse daño, no dañar a los demás. Es bueno en este momento visitar un lugar donde hay “espacios” o centros de interés” para realizar varias tareas. Se exploran materiales a través de la “dactilopintura” (pintura con los dedos), pero también puede usarse pinceles, brochas, rodillos. Enseñarles a mezclar y descubrir colores, jugar con el agua, y sería excelente culminar todo el proceso con una exposición pictórica.

Para entonces el niño ha pasado del trazo grande a lo pequeño, del espacio (la cocina) donde conoce vasijas, materiales, recetas, etc, al sonido (de escuchar a tocar instrumentos), el espacio de pesas y medidas (experimentación científica), el espacio de la carpintería y construcción (conocer herramientas)…así paulatinamente los vamos conduciendo del “espacio real” al de la fantasía donde finalmente nacerá la” creatividad”.

Si hemos logrado todo esto, y hemos ejercido clara y amplia influencia en el campo artístico, los niños y nosotros nos plantearemos en adelante solución de problemas para cada caso que se nos presente en vida. Naturalmente, esta formación “inicial” del niño, debe continuar en una buena escuela hasta que llegado a su adultez pueda crear imágines, valorar el mundo del arte, y mantener una buena relación con la naturaleza y con las gentes.