SEMANA SANTA?

SEMANA SANTA?

(EB- 1 abril, 2012)

Pienso que los feriados de esta semana deben suprimirse. Los creyentes deben acordar junto a las autoridades de su templo, las horas y los días donde se celebrarán los cultos. Y los no creyentes, deben seguir estudiando y trabajando como un día cualquiera. Esta reflexión viene, porque en vez de días de “recogimiento, meditación, oración y hasta penitencia y sacrificios”, muchos los dedican a hacer turismo sexual, juerguero, irresponsable, decadente y hasta vulgar”.

Porque hemos olvidado la manera de interrelacionarnos con los demás sin importar nuestras diferencias. Acentuamos ´`estas, cuando mientras unos están en las iglesias, otros la pasan haciendo precisamente lo que no se debe hacer en Semana Santa”. Es cada vez más evidente la falta de respeto por las creencias ajenas, sobre todo en ese desnivel de jóvenes que toman todo a la chacota, a lo pasajero y a lo incendiario.

La Semana Santa conmemora en el cristianismo, la pasión y muerte de Cristo en una cruz de madera. Después de una vida ejemplar donde los milagros alumbran la fe de los creyentes, Cristo va a la cruz para sacrificarse en bien de los hombres, los que creen en Él y los que creyendo o no creyendo, se bañan en las aguas de lo absurdo.

Recordemos que los reyes magos que venían de Oriente, siguen una estrella que los lleva hasta Belén, en un rincón cualquiera de un pesebre, donde nace Jesús como una señal de la humildad ante los hombres. Su pregunta “Dónde está el que nació rey de los judíos?, perturba mucho a Herodes, como seguirá perturbando a Anás, Caifás y Poncio Pilatos para castigarlo con la muerte en la cruz.

Jesús ante Pilatos muestra apacible dignidad luego de haber sido torturado, y puede ganar su libertad, pero los sacerdotes del templo lo castigan a la crucifixión. Temiendo perder su puesto y su reputación política, Pilatos al fin sucumbe a las exigencias de los incesantes judíos. Les entrega a Jesús. Los soldados le quitan a Jesús el manto púrpura y le ponen las prendas de vestir exteriores. Mientras llevan a Jesús para ejecutarlo en la cruz, hacen que Él cargue su propio madero de tormento.

Este es el capítulo más conmovedor de la vida de Cristo, y es el momento más importante para recordar y respetar los cultos en la Semana Santa. Respetando aún sin creer, lo que cultivamos y creemos la mayoría de peruanos. Es menester guardar respeto a pesar de nuestra condición sumergida en la duda, el ateísmo, lo agnóstico, o lo satánico.

“Ciertamente, este era el Hijo de Dios”, dice un oficial del ejército romano luego de los acontecimientos atmosféricos y terrestres que se dan a la muerte de Cristo. Hoy debemos decir “Jesús está vivo y vive y gobierna a los creyentes ungidos por el respeto a su conmemoración, guiando al hombre a su perfección como ser pensante, a tener celo espiritual por los abusos, la discriminación, la soberbia, el mal ejemplo, porque reside espiritualmente con la humanidad y su sabiduría en el niño, el joven, el anciano, el enfermo que creen en Él con fe”. La fe nos obliga a creer sin razonar, pero más que sentir fe por Dios, debemos creerle a Él, dejando de lado nuestras dudas, resentimientos y contaminantes ideologías que en vez de construir nuestra personalidad, nos induce al oscurantismo de nuestros errores.

Sólo el hombre que respeta, atiende y escucha la fe religiosa de otros, puede levantar la cabeza ante la muchedumbre para sentirse satisfecho. Sólo el hombre que lleva a Dios en su corazón, puede entender a los otros hombres, y puede estirar sus manos suplicando perdón.