TRAS LOS PASOS DEL ABUELO COLOMA

TRAS LOS PASOS DEL ABUELO COLOMA

(EB- 4 julio 2014)

Tenía yo 4 años de edad, vivía en Lima con mis padres y mis hermanos mayores: Florentino y Guillermo. Era un niño soñador, e imaginativo que veía figuras en los rincones de muebles iluminados por la luz de la calle o de la luna. Tenía temores propios de la edad, me cubría la cara y cerraba los ojos para no ver lo que no deseaba, y menos entendía.

Por entonces empezó a  circular esta foto entre mi familia materna. Se trata del abuelo José Domingo Coloma Calero, natural de Piura. Se dicen muchas cosas sobre él, lo cierto es que junto a Luciano Castillo, quien era a la vez su primo, fundaron el Partido Socialista del Perú. Era revolucionario, erudito, y un galán de polendas. La fe por su tierra y su lucha por el maltrato a los campesinos norteños lo convirtieron en un lector de primera y en un convencido de que la tierra debe ser para quien la trabaja.

Volviendo a lo de la foto, sé que muchos familiares descendientes del señor Coloma querrán saber cómo es que llegó a mí la fotografía. Les cuento que entre los objetos de mis queridos padres, la encontré. En la misma aparece el abuelo Coloma rodeado de tres de sus hijas de izquierda a derecha Cristina Coloma Cruz de Walde(+), Violeta Coloma Grillo de Arce(+) y en el lado derecho Hortencia Coloma Calle. Las dos primeras aparecen acercadas afectuosamente con sus cabezas, mientras que Hortencia apoya la suya en el hombro izquierdo del patriarca.

Detrás de la foto hay una dedicatoria de Cristina dedicada a una tía, que seguramente fue Zoila Lazo, quien vivía en el Malecón de Paita (Piura). La fecha de la dedicatoria es en Lima, 20 de abril de 1946. Entonces Cristina y Violeta vivían ya en Lima, mientras que Hortencia pasaba sus juveniles años en Morropón-Piura, junto a sus hermanos Hildefonso, Elías, y Aurora Coloma Calle.

De una u otra manera, sé que agradará tamaño recuerdo y que con la tecnología actual podrán “clonar” la misma. Olvidaba decir que la foto original está trabajada en colores sepia (colores tierras) y el fondo aparenta ser un cielo iluminado por el lado izquierdo de la misma toma.

Pensar que una fotografía es como una ventana que podemos abrir para descubrir la historia, encontrar los afectos infinitos o lejanos, y que después de muertos los actores de la misma, podemos restaurar cada capítulo como si sentados en el tejado de nuestra casa campestre, miráramos crecer el árbol genealógico de nuestra familia.